Una de las maravillas arquitectónicas del mundo la encontramos en Colombia en el municipio de Zipaquirá a 120 km de Tunja, siendo uno de los centros de explotación de sal más grandes del país posee un logro arquitectónico y artístico notable como lo es su domo salino.
La catedral de Sal de Zipaquirá es turística, miles de personas han llegado hasta este lugar para ver la inmensidad de la montaña en una profundidad de 180 metros, el diseño comprende tres secciones principales que son Víacrusis, Cúpula y Naves. Fue inaugurado el 15 de agosto de 1953, una reliquia que había sido cavado por los Muiscas dos siglos antes de la fecha, después de un tiempo se construye por los obreros de la época los cuales tenían una devoción a las imágenes religiosas pidiéndoles la bendición y protección antes de comenzar sus labores diarias.
Las personas que han visitado la catedral de sal logran sentir un encuentro interno con la espiritualidad, una autodescubrimiento y una reflexión del mundo exterior, rodeados de imágenes y esculturas llevan a una dimensión de oración y fraternidad con lo que hacen de este una lugar una de las maravillas arquitectónicas de Colombia.
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